M.F/ La ecpatía es un concepto que se está integrando poco a poco en el vocabulario de la psicología para definir la capacidad de dejar a un lado los sentimientos que transmiten los demás evitando que se «instalen» en nuestro interior. Sería más bien “un proceso voluntario de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y motivaciones inducidas por otra persona”.
No se trata de aplicar la ecpatía para tener una actitud más fría o indiferente mostrando escasa o nula importancia sobre lo que acontece a su alrededor o a personas ajenas; sino más bien, sería la capacidad de gestionar dichas emociones; evitando, de esta forma, el contagio de sobredosis emocional que conlleva, por ejemplo, el cuidado de personas enfermas.
Al contrario que la empatía (que significa ponerse en el lugar del otro), la ecpatía sería «ponerse en el propio lugar», evitando, como hemos dicho anteriormente, que las emociones nos contagien y se queden «instaladas» en nosotros. Imagínense si profesionales de la salud «personalizaran» los problemas de todas las personas que pasan por una consulta. ¡Sería tremendo!
Dicho así, parece muy fácil pero no lo es tanto. Es difícil no dejarse contagiar por las emociones, sobre todo, si son personas allegadas. De ahí, la importancia de practicar la ecpatía como complemento a la empatía. Una persona puede ponerse en el lugar de otra pero no dejar que su situación «cale» en su interior.
Esperamos que estos consejos de vida saludable te hayan resultado útiles. Para seguir leyendo artículos de interés visita nuestra revista de salud y bienestar.
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