M.F/ Sólo uno de cada cuatro niños juega al aire libre cada día, algo que, cada vez, preocupa más a los profesionales de la sanidad. Por ello, la Asociación Española de Pediatría (AEP) hace un llamamiento especial a padres y responsables de niños con el fin de que integren los juegos al aire libre como parte de sus vidas, fundamentalmente, porque se prevendrían enfermedades crónicas en la salud de los más pequeños.
«El asma y las patologías respiratorias han duplicado su prevalencia desde 1980 y el 10% de los niños padecen asma; los trastornos del espectro autista, el déficit de atención y la hiperactividad afectan ya a uno de cada 80 recién nacidos vivos; el cáncer infantil y adolescente incrementa su incidencia entre el 1% y el 1,5% anualmente y otras enfermedades endocrinológicas como alteraciones tiroideas, diabetes o anomalías en la pubertad y el desarrollo también siguen una pauta ascendente», explica el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP.
Según los profesionales, todas estas enfermedades tienen relación con el medio ambiente y muchas de ellas pueden, incluso, prevenirse, si se opta por manejar al niño dentro de un entorno de vida saludable.
Además, de que el contacto con la naturaleza tiene múltiples beneficios físicos y mentales, ya no sólo en la salud infantil, sino también en la adulta. Por lo que practicar actividades al aire libre en familia sería una buena recomendación para llevarla a cabo, por ejemplo, en las próximas vacaciones.
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