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MERCEDES FERNÁNDEZ/ El nordic walking o marcha nórdica es una modalidad deportiva en auge, principalmente, por los numerosos beneficios que tiene para la salud. La intensidad de la marcha viene dada por el esfuerzo que se hace con la parte superior del cuerpo y cada persona marca dicha intensidad en la medida de sus posibilidades; lo que convierte este deporte en apto para que lo practique cualquier persona de cualquier edad y con distinto estado físico.

El nordic walking se originó en Finlandia como método de entrenamiento de los practicantes de esquí cross (skicross) durante el verano. De ahí, que incluya el uso de unos bastones muy parecidos a los que se usan en el esquí y que ayudan a intensificar la actividad del trabajo hasta en un 20%.

La técnica del nordic walking obliga a la columna a girar en oposición a la zancada. De esta forma, aumenta la movilidad y la fuerza de los discos intervertebrales.

Gracias a la marcha nórdica se puede desarrollar y potenciar esta rotación, dando lugar a una mayor flexibilidad y resistencia. Este trabajo repercute de tres maneras:

  • A nivel articular el movimiento normal de las articulaciones genera la producción de líquido que las lubrica y engrasa. También promueve el alivio de tensiones y rigideces sobre el disco intervertebral.
  • A nivel ligamentoso, es decir, aquellas estructuras que sostienen las articulaciones.
  • A nivel muscular se desarrolla la potencia, la resistencia y la elasticidad, lo que mejora el funcionamiento y el sostén de la espalda.

 




En estos movimientos, intervienen los grandes músculos de la espalda que mueven los omóplatos, lo cual reduce mucho la tensión del cuello y los hombros y previene el dolor de espalda. Estas zonas del cuerpo son las que más resienten en aquellas personas que, por diversas razones, llevan una vida sedentaria. Así que quienes lo practiquen también podrán disfrutar de los beneficios de caminar.

Por otra parte, el aumento del trabajo muscular se traduce en un mayor gasto energético. Se potencia al máximo la quema de calorías (el practicante medio de marcha nórdica quema un 46% más de calorías que el caminante corriente) con una actividad tan simple como es la de caminar.

A pesar de que esta requiere un mayor trabajo muscular y gasto energético, da la sensación de que la marcha nórdica es más sencilla que otros tipos de ejercicios intensos debido a que el trabajo que se realiza queda repartido uniformemente por todo el cuerpo.

Esperamos que estos consejos de vida saludable te hayan resultado útiles. Para seguir leyendo artículos de interés visita nuestra revista de salud y bienestar.

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