¿Son conscientes los adolescentes de los límites de su privacidad en Internet?
M.F./ Cada vez son más los jóvenes que utilizan Internet –concretamente las redes sociales- y, cada vez, desde edades más tempranas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el uso de Internet es una práctica mayoritaria en los menores de 10 a 15 años, con un 92,3% en los niños y un 91,6% en las niñas. Siendo, por otra parte, los de edades comprendidas entre los 16 y los 24 años los que más utilizan Internet –un 99,2% para los hombres y un 97,5% para las mujeres.
Para los adolescentes, es muy importante estar en las redes sociales y quieren compartir cada instante a través de los famosos selfies, una práctica que está muy de moda en todo el ámbito internacional; sin embargo, tiene unas contraprestaciones si hablamos de seguridad y privacidad ya que los jóvenes, en muchos casos, no saben dónde están los límites, ni cómo ponerlos.
La cultura de los selfies está tan afincada en sus vidas que lo utilizan, fundamentalmente, como forma de comunicarse con sus amigos, siendo muy importante e, incluso, se ha convertido en una necesidad de publicar cada momento en las redes sociales o apps de mensajería instantánea -muy en auge en la actualidad, por cierto. Una de ellas es Snapchat la cual consiste en el envío de contenido multimedia, una forma de compartir fotos y vídeos que, a su vez, pueden ir acompañados de textos o dibujos a mano alzada.
Lo bueno es que, una vez vistos, son automáticamente destruidos. La parte mala está en cuando lo que se comparte supera los límites de la privacidad. En este caso, nos referimos a cuando las parejas se envían imágenes eróticas –práctica conocida como el sexting– ya que, por mínimo que sea, intercambiar este tipo de contenidos siempre conlleva un riesgo, básicamente, la pérdida de control de la imagen una vez que sale del teléfono. Puede ocurrir que se difunda accidental, circunstancial -por robo o pérdida del móvil-, malintencionadamente -por parte de alguien que quiera hacer daño- y, en el peor de los casos, por acoso o bullying.
Por tanto, en el Día Mundial de la Seguridad de la Información –que se celebra cada 30 de noviembre desde 1988-, los expertos hacen un llamamiento a la prudencia, a la precaución y a la toma de conciencia con respecto al intercambio de ciertos contenidos los cuales han de ser, fundamentalmente, consentidos por ambos miembros de la pareja.