MERCEDES FERNÁNDEZ/ Los rábanos son hortalizas típicas de la temporada estival, cuyos nutrientes, aportan muchos beneficios para la salud.
Así que después de leer lo que te vamos a contar sobre las maravillosas propiedades saludables que tiene, es probable que dejes de usar la expresión «Me importa un rábano» para indicar que algo no te importa absolutamente nada.
No hay que infravalorar la calidad que ofrecen los rábanos porque es un complemento fundamental para la pérdida de peso gracias a que contienen mucha agua y muy pocas calorías (100 gramos aporta menos de 20 calorías).
Su fuerte sabor y el gusto amargo que te deja en la boca ayuda al organismo a funcionar mucho mejor, desintoxicándolo y estimulando a la bilis. Esto convierte a los rábanos en hortalizas idóneas y muy buenas contra el estreñimiento porque mejora el tránsito de la flora intestinal.
De origen remoto
Los rábanos se conocían antes de nuestra era en muchas partes del mundo para acompañar ciertos tipos de comidas. Pero, en aquel entonces, sólo se consumía la raíz. Del Mundo Antiguo, comerciantes y marinos la llevaron al Cercano Oriente, Mesopotamia, Grecia y el resto de Europa hasta América. Fue en la Italia del siglo XVI donde se cultivó la variedad actual: pequeña, oblonga y roja.
Era un ingrediente de las ensaladas mixtas que se empleaba de manera menos popular pero aportaba mucho sabor.
Hoy en día, sigue siendo un buen integrante para los platos de comida, además de ofrecer beneficios terapéuticos. Los rábanos contienen mucha vitamina C -no sólo los cítricos la tienen- que es la encargada de proteger de resfriados comunes, virus, bacterias y otras enfermedades infecciosas.
De ahí, que sean buenos para fortalecer el sistema inmunitario. La medicina antigua los usaba como antídoto contra venenos. En algunas culturas, se ingerían antes de cada comida mezclados con nueces, apio y limón.
Esperamos que estos consejos de vida saludable te hayan resultado útiles. Para seguir leyendo artículos de interés visita nuestra revista de salud y bienestar.