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MERCEDES FERNÁNDEZ / El sueño es fundamental para gozar de buena salud y más en la etapa infantil. Uno de cada cinco niñxs -entre seis y 19 años- es obesx y según un estudio, se han encontrado relaciones entre ese sobrepeso y la calidad del sueño.

La obesidad infantil va en aumento y, por lo general, desencadena en una obesidad adulta. La obesidad es una de las principales causas de muerte en el mundo occidental y el primer eslabón de una cadena de enfermedades. Si además, le añades una mala calidad del sueño, los problemas se agravan.

Ya hemos hablado en alguna otra ocasión de la importancia de dormir bien y los beneficios que tiene para la salud. Y de que en el caso, de que las circunstancias no te acompañen para conciliar el sueño como te gustaría, hay métodos muy eficaces que te ayudarán a conseguirlo.

 

 

El sueño es más importante de lo que piensas. Es más que una etapa de simple reposo. Durante estas horas, el cuerpo sufre cambios hormonales, metabólicos y bioquímicos que son fundamentales para vivir.

Tu organismo entra en un estado fisiológico de reparación, restauración y regeneración de multitud de funciones vitales; disminuye la secreción gástrica, disminuye la tensión arterial y el organismo aprovecha para liberar hormonas que te ayudan a mantener un estado de bienestar durante el día (como la hormona del crecimiento, de gran importancia en la formación y regeneración muscular).

Además, se regula tu metabolismo, tu sistema inmune se fortalece, el cerebro fija recuerdos y se prepara para recibir nueva información.

 



 

Todo esto será posible, si se tiene un sueño de calidad. No se trata de dormir más horas. De hecho, no se recomienda que los menores amplíen las horas de sueño, por ejemplo, como cuando llega el fin de semana y decides «recuperar horas de sueño».

Con esto, solo se conseguiría alterar el ritmo habitual del organismo. Se trata de que el tiempo que se duerma, sea de descanso y de calidad. La falta de sueño altera la actividad cerebral, la memoria, el lenguaje y proceso de solución de problemas. Y por mucho que pienses que en los días de descanso recuperas esas horas o el “sueño atrasado”, te transmitimos de parte de la ciencia, que no es posible recuperar las horas de sueño que has perdido.

Esperamos que estos consejos de vida saludable te hayan resultado útiles. Para seguir leyendo artículos de interés visita nuestra revista de salud y bienestar.

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