MERCEDES FERNÁNDEZ/  Un día como hoy de 1895, el físico alemán, Wilhelm Conrad Röntgen, descubre los Rayos X. Este fenómeno revolucionó el mundo de la medicina ya que con las placas de Rayos X podían precisar el diagnóstico de enfermedades a través de las imágenes.

La fotografía fue muy importante en este descubrimiento, al igual que el ayudante de Röntgen, quien veló, por error, un lote de placas fotográficas (en aquella época, las imágenes se revelaban en placas).

El físico alemán estuvo seis semanas intentando averiguar qué habría podido pasar para que se velaran todas las placas. El lote estaba guardado en un cajón envuelto en papel negro y pensaba que lo único que podía haberlo perjudicado era un tubo catódico que estaba encima del cajón. Además, las placas tenían proyectadas la sombra de un aro metálico.

Después de un tiempo investigando, Röntgen descubrió que un rayo había sido el causante del velado fotográfico. Lo denominó Rayo X. En matemáticas, esta letra hace referencia a las incógnitas ya que lo que había pasado era realmente desconocido. Desprendía una radiación tan potente que era capaz de atravesar materiales muy densos. Así, que Röetgen dio un paso más allá y se aventuró a hacer radiografías humanas.

Primero radiografió su mano y después, la de su mujer. Al ver los resultados, descubrió el poder que tenía y empezó a imaginar las aplicaciones que se podían hacer en el mundo de la medicina. De hecho, los médicos se desplazaban a los institutos de física, donde estaban estos aparatos. Pero tenían tal volumen de pacientes que tuvieron que instalarlos en los hospitales.

El 28 de diciembre del mismo año, Röntgen hizo público su invento. Ese mismo día, los hermanos Lumière presentaban su primera proyección pública, El Cinematógrafo. Así que el año 1895, fue grandioso y culminaba con dos de los mayores descubrimientos del siglo XIX.

IMAGEN DESTACADA EXTRAÍDA DE  museovirtual.csic.es