Portada

[contextly_auto_sidebar]

¿Por qué nos cuesta adelgazar con la edad?

M.F/ El aspecto físico es un tema que preocupa mucho a la ciudadanía, sobre todo, cuando se llega a cierta edad y no se entiende por qué el cuerpo engorda “de repente”. No es que sea de pronto, sino que, a medida que va pasando el tiempo, nuestro cuerpo cambia y nos cuesta adelgazar como antes.

Con los años, no quemamos la misma cantidad de calorías que cuando éramos más jóvenes aunque comamos lo mismo y sigamos con nuestra dieta de siempre. Según los expertos, el problema no está en lo que comemos -aunque también es importante- sino en la manera en la que nuestro cuerpo asimila los alimentos ingeridos.

Los receptores de leptina (proteína que se libera del tejido adiposo y que influye en la ingesta alimentaria reduciendo el hambre y promoviendo la saciedad) comienzan a disminuir y por tanto, el cuerpo no reconoce cuando está satisfecho; lo que nos lleva a comer en exceso.

Cuando pasamos de los 30 años, el gasto basal de energía cambia. Por naturaleza, disminuye porque, conforme nos hacemos mayores, nuestra composición corporal varía: perdemos músculo y ganamos grasa.

El músculo se encarga de gastar energía y si perdemos músculo, a penas gastamos energía y por tanto, la capacidad de eliminar calorías. Por eso, acumulamos grasa con más facilidad.

Esta pérdida de masa muscular se asocia a una disminución de los niveles hormonales generales (el estrógeno, la progesterona, los andrógenos y la hormona del crecimiento) que resultan esenciales para el mantenimiento de la musculatura ya que a partir de los 30 años, estos niveles empiezan a caer.

De ahí, la importancia de hacer ejercicio para fortalecer la masa muscular y evitar el exceso almacenamiento de grasa en nuestro cuerpo. Además, nos ayudará a salir de la rutina de la vida sedentaria que llevamos, cada vez más, con los años.