MERCEDES FERNÁNDEZ/ Más de 3,5 millones de españoles padecen migraña y casi un millón de personas lo tiene de manera crónica. Esto quiere decir que estas personas pasan más de 10 ó 15 días al mes con dolor de cabeza.

La migraña, en la mayoría de los casos, es una patología cerebral hereditaria. De hecho, el 90% de las personas que padece migraña tiene parientes cercanos con el mismo problema. «Lo que heredas de tus progenitores es una manera de funcionar diferente del resto que no tiene migraña«, asegura Patricia Pozo Rosich, neuróloga responsable de la Unidad de Cefalea del Hospital Vall d´lebron y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (GECSEN).

«El problema es que nadie nos ve en una situación de crisis, ni nuestro neurólogo, por la simple razón de que no nos podemos ni mover».

La OMS sitúa a la migraña en el sexto lugar de enfermedades de discapacidad que afecta al ser humano. Los especialistas explican que «un ataque de migraña es que el cerebro se apaga poco a poco. Se llama depresión cotical propaganda que es el equivalente del aura«.

El aura es un fenómeno que lxs migrañosxs tienen antes del ataque y no pueden ver bien; a veces no pueden hablar e, incluso notan adormecimiento en el brazo.

Los casos más severos tienen episodios que se repiten hasta diez veces en el mes y cada uno puede durar hasta tres días. Quienes la padecen aseguran que se trata de una explosión de dolores: «El problema es que nadie nos ve en una situación de crisis, ni nuestro neurólogo, por la simple razón de que no nos podemos ni mover».

La migraña puede aliviarse con analgésicos de venta libre pero no puede abusarse porque se puede agravar la dolencia. Cuando estos medicamentos no son efectivos, hay otros llamados triptanos. Se crearon en la década de los años 80 para este fin.

No son analgésicos, sino que actúan en los receptores de la serotonina la cual tiene un importante papel en el desarrollo de la migraña. Entre sus efectos puede producir espasmos, por lo que no se recomienda su consumo a personas que padecen o hayan padecido problemas de corazón.

Muchos de los desencadenantes de la migraña está en la alimentación, o en los olores, o en los cambios atmosféricos, en los hormonales en las mujeres. En definitiva, «en cualquier cosa que suponga un cambio químico para el cerebro».

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