M.F/ Tal día como hoy, en 1889, se inauguró el que se ha convertido en el monumento más importante de París, la Torre Eiffel.
Fue diseñada por el ingeniero Alexandre-Gustáve Eiffel con motivo de la Exposición Universal de 1889 y por el centenario de la Revolución Francesa. Era un monumento diferente y poco agraciado para los parisinos, quienes lo calificaron como «monstruo de hierro». Tenía un diseño fuera de lo común y los franceses no fueron los únicos en mostrarse reacios a este monumento.
Eiffel hizo la misma propuesta con anterioridad en Barcelona, la cual fue, obviamente, rechazada. Desde luego, quién les iba a decir a estos señores hace 128 años que este «monstruo» iba a ser el monumento más visitado del mundo, con una media de siete millones de usuarios al año.
En un principio, se levantaron 300 metros de hierro. Más tarde pasaron a ser 324, los cuales iban a ser desmontados en el año 1900. Sin embargo, hoy día sigue en pie, gracias al ejército francés. Los militares encontraron en este monumento un sitio perfecto para hacer pruebas ya que lo consideraban un lugar privilegiado para la instalación de antenas.
Actualmente, es idóneo para contemplar la capital francesa desde las alturas y desde diversos ángulos. Visitarla siempre es un placer ya no sólo por sus vistas, sino por poder disfrutar de sus restaurantes, museos o tiendas en las que llevarse un recuerdo material, ya que el sentimental, es inevitable borrarlo de las retinas de los turistas.