MERCEDES FERNÁNDEZ/  Un informe del Melbourne Institute (Australia) llamado ‘The Effect of Working Hours on Cognitive Ability’ ha concluido que los hombres y mujeres, una vez que cumplen los 40 años, deberían reducir sus horas de trabajo a 25 a la semana.

Según este estudio -publicado por la BBC-, dedicar tres días a la semana al trabajo (equivalente a tres jornadas de 8 horas cada una), mejoraría la calidad del rendimiento.

El experimento se llevó a cabo con la colaboración de 3000 hombres y 3500 mujeres, quienes demostraron que, los que tenían un horario habitual superior a 55 horas semanales, ofrecían un rendimiento laboral mucho más bajo que los que trabajaban entre 20 y 30 horas a la semana.

A este respecto, argumenta la investigación que «el trabajo puede ser una espada de doble filo, ya que es cierto que estimula la actividad cerebral, pero al mismo tiempo, cuando las horas de trabajo son demasiado extensas pueden causar fatiga y estrés, que al final pueden desembocar en daños potenciales sobre las funciones cognitivas».

Por su parte, los investigadores aclaran que este experimento y estos datos son, exclusivamente, para personas que superen los 40 años. En el caso de ser menores a esa edad, no se aplica lo de la jornada laboral reducidas a 25 horas a la semana.

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