MERCEDES FERNÁNDEZ/ Dormir bien es más importante de lo que parece. No se trata de hacerlo muchas horas sino que el tiempo que se haga, sea de calidad.
El sueño es uno de los ciclos más importantes de la vida y se debe de cuidar porque afecta al uso que el cuerpo hace de la energía. Un individuo necesita dormir para pensar con claridad, reaccionar rápido y asentar la memoria. Además, es muy beneficioso para los más pequeños ya que durante el sueño se activa la hormona del crecimiento.
También se activan otro tipo de hormonas que actúan en el sistema inmunológico ayudando a combatir enfermedades. De ahí, que un mal sueño aumente las probabilidades de padecer hipertensión, enfermedades cardíacas, obesidad o diabetes, entre otras.
Cervantes: «El sueño es el alivio de las miserias para los que las sufren los despiertos»
El 25% de los niños españoles padece un trastorno del sueño. Esto explicaría también por qué los menores suelen alimentarse tan mal, optando por comidas con gran cantidad de calorías o ricas en carbohidratos.
«Dormir mal» -asegura el doctor y neurólogo de la SEN (Sociedad Española de Neurología), Carles Gaig- «puede derivar en complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas o psicomotoras entre otras. Además, en los niños puede verse alterado su desarrollo cognitivo o emocional, así como otros problemas como obesidad, hiperactividad, impulsividad o bajo rendimiento».
Otro asunto que, a medida que van creciendo los menores se les va restando importancia, es la siesta. Según un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst (EEUU), la siesta también es muy importante cuando se habla de descanso ya que mejoran el procesamiento de las emociones, la memoria emocional y la regulación emocional.
Así que toma nota y establece buenos patrones de sueño. Aprovecha el descanso del fin de semana para ponerlos en práctica, si todavía tienes malas costumbres relacionadas con el sueño y te ayudará a empezar la semana con una sonrisa.