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MERCEDES FERNÁNDEZ/ El SIDA es una enfermedad que apareció en la década de los años 80 y que aún convive en más de 30 millones de personas en todo el mundo. De todas ellas, un porcentaje no muy alto, muere. Aun así, siguen siendo muchas personas.

Tal día como hoy de 1988, se declaró el 1 de diciembre como Día Mundial del SIDA. Aunque han habido muchos avances, esta enfermedad sigue estando ahí y afectando a muchísima gente de las cuales, entre un 25 y un 30 por ciento, no sabe que está contagiada. Esto tiene un valor añadido: la llegada del COVID. Surge la duda de si los enfermos de SIDA tienen más probabilidades de contagiarse de Coronavirus. Y si es así, ¿tienen más probabilidades de morir? Te vamos a contar todo a continuación.

SIDA y Covid-19, ¿Qué debes saber?

La información es limitada puesto que sobre la Covid-19 se va aprendiendo día a día. Las pocas certezas que se tienen es que una persona con VIH que sigue un tratamiento eficaz está en igualdad de condiciones con un persona que no tiene VIH.

Hay cierta diferencia entre el VIH y el SIDA. El virus de inmunodefienciencia humana (VIH) es un virus que destruye y daña a las células del sistema inmunitario. Este lo debilita y hace que la persona sea vulnerable ante una serie de infecciones que puede poner en peligro su vida. Una persona infectada por el VIH es seropositiva. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, SIDA, es el estado de la infección caracterizado por bajos niveles de defensas y la aparición de infecciones oportunistas.

¿Qué puede hacer una persona con VIH? Lo mismo que una persona que no lo tiene. Seguir las mismas medidas higiénicas y de protección que el resto con el añadido de que tienes que asegurarte que tienes suministro de medicamento para un periodo de entre 30 y 90 días. Y ante cualquier duda, contactar con el médico.

¿Cuáles son las etapas del SIDA?

Las personas infectadas con VIH pasan por tres etapas de infección:

– Infección aguda o síndrome retroviral agudo: Puede producir síntomas similares a los de la gripe en el primer mes después de la infección.

– Latencia clínica o infección asintomática por VIH: es cuando el VIH se reproduce en niveles más bajos.

– Sida: Es cuando la cantidad de células CD4 cae por debajo de 200 células por milímetro cúbico de sangre (a diferencia del nivel normal de 500-1.500).

Tanto el VIH-1 como el VIH-2 pueden causar sida. El VIH-1 es el virus de inmunodeficiencia humana más común; El VIH-2 se encuentra principalmente en África occidental.

La terapia antirretroviral (ART) implica tomar un cóctel de medicamentos contra el VIH que se usan para tratar el virus. En 1987, la azidotimidina (AZT) se convirtió en el primer fármaco aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) que se utilizó para tratar el VIH / SIDA.

No olvides tomar precauciones

En la actualidad, esta enfermedad no es fácil de contagiar. Sin embargo, es recomendable tomar precauciones como son el uso de preservativos en las relaciones sexuales ya que es más habitual que se transmita de hombre a mujer o de hombre a hombre que entre mujeres o de mujer a hombre.

Este desconocimiento de encuentros sexuales sin medios anticonceptivos, se está dando mucho, en jóvenes de entre 13 y 24 años. Esta es una generación donde más ha aumentado el contagio de VIH. Por ello, es importante dar una buena educación sexual a edades tempranas.

«La educación sexual debe ser temprana y debe seguir una línea que sea eficaz para que los adolescentes no corran riesgos y pidan ayuda en caso de que lo necesiten. Es una de las herramientas claves para prevenir enfermedades», explica Teresa de la Iglesia, psicóloga responsable del programa de VIH Sida de la Cruz Roja de Salamanca.

 

Lo que está claro es que SIDA y Covid tienen cosas en común como que las dos han revolucionado la salud de las personas en sus orígenes, ha habido discriminación a personas contagiadas (en el caso de la Covid a sanitarios en su zona de residencia) y han supuesto un gran reto en la investigación científica. El SIDA aún sigue con nosotros. ¿Lo hará también el Coronavirus?