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MERCEDES FERNÁNDEZ/ La fatiga pandémica es una de las secuelas que está dejando el Coronavirus. Cambios en los hábitos de vida a una velocidad vertiginosa, alerta, miedo al contagio, estrés, incertidumbre… Esta coctelera de emociones a las que no estás acostumbrado a gestionar, no podía acabar de otra manera que trayendo consecuencias emocionales negativas. La OMS le ha puesto el nombre de fatiga pandémica. Y ¿por qué? Porque llevamos casi un año bajo estrés y eso no hay quien lo aguante. Por lo que no es de extrañar que un 60% de la población mundial haya caído en las garras de la fatiga pandémica.

Síntomas de la fatiga pandémica

Los síntomas de la fatiga pandémica son normales dentro de lo que se espera cuando se afronta una crisis de salud pública prolongada. Es una etapa que pasará. Lo que sientes son señales de tu cuerpo que te dicen que necesitan adaptarse a los escenarios en los que nunca antes había estado. Por eso encontrarás que tienes:

  • Estrés
  • Anhedonia, es decir, cuando no te apetece hacer algo con lo que antes disfrutabas. Y, por tanto, no lo haces. O si lo haces, no lo disfrutas
  • Pérdida del sentido vital. Esto se siente cuando tienes que adaptarte a una situación tan rápido como ha ocurrido. Muchas veces eso no es posible. Necesitas tu tiempo pero todo es completamente normal en proporción a la situación que está viviendo la sociedad
  • Angustia. Aparece para decirte que necesitas adaptarte al cambio y a la nueva situación.

El bienestar emocional de la ciudadanía se resiente. La gente está acostumbrada a vivir hacia fuera. Se busca el placer, la diversión y el ocio en el exterior. Necesitas salir para desconectar, necesitas relacionarte porque somos seres sociales por naturaleza pero cuesta quedarse solamente con uno mismo. Y esa ausencia de tantas cosas a las que estamos acostumbrados ha pasado y esta «pasando factura» a muchas personas. Los días pesan, los meses pesan, las limitaciones pesan, la lejanía pesa. Son pequeñas cosas que agregan carga a la mochila emocional que llevas cada día y de la que aún no puedes deshacerte. Y, claro, eso genera malestar. ¿Cómo puedes, entonces, hacerle frente a la fatiga pandémica?

Aprende a manejar la fatiga pandémica

Es difícil saber llevar esta situación, sobre todo, cuando el cansancio mental se ha apoderado de ti y ya pocas cosas o ninguna te motiva. Hay que tratar de controlar los pensamientos y  las emociones. Fácil decirlo, ¿verdad? Porque ¿y eso cómo se hace? Pues eso se hace con la curación de contenido y de información que percibes por todos tus sentidos en un solo día.

  • Hay que desconectar de las redes. Ver televisión y consultar Internet lo justo para estar informados pero tienes que ser consciente de cuando estás recibiendo información de más. Esto sólo conseguirá saturar tu cabeza y con la cabeza embotada, es muy difícil tomar una decisión con claridad. No te va a servir de nada estar todo el día hablando de lo mismo. No va a llegar antes la cura ni el fin de esto. Lo único que va a llegar pronto es la ansiedad a tu vida.
  • Relaciónate con tus seres queridos. No te aísles. Si los tienes lejos, haz conexiones pero evita hablar del tema.
  • Lee libros, ve películas, series, monólogos… Cosas que te hagan reír y mantengan tu mente alejada de la realidad por un tiempo.
  • Haz actividades que te gusten, con las que disfrutes, que te hagan pasar ratos agradables. Si por la situación, no puedes hacer concretamente eso que te gusta, intenta adaptarlo a las circunstancias. ¿Te gusta la música? ¿Los conciertos? Puedes mirar vídeos de otros años, cantar canciones, bailar…

 

Todo eso te hará liberar estrés y transportarte mentalmente a un lugar mejor. A fin de cuentas, se trata de manejar tus pensamientos. La situación hace que tengamos pensamientos negativos porque no paramos de recibir mensajes negativos pero si empiezas a introducir cosas positivas en tu vida, tus pensamientos empezarán a cambiar. Si cambias los pensamientos, cambian tus actos y cambian los resultados. ¿Estás preparado para mejorar tu vida o vas a dejarte llevar por la fatiga pandémica?

 

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