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MERCEDES FERNÁNDEZ/ Las vacunas han sido un tema que ha dado lugar a multitud de opiniones, sobre todo, en el campo de la pediatría. Todos los años, por estas fechas, se genera mucho debate acerca de si se debe o no vacunar a los menores.

Lucía Galán, una de las pediatras más populares del momento, ha sido una de las profesionales que más ha repetido hasta la saciedad la importancia de que la población infantil se vacune y que, además, se haga desde edades muy tempranas.

Sin embargo, no quiere decir que la inmunidad continúe hasta la etapa adulta. Se sigue siendo inmune, pero el paso del tiempo ha disminuido esa inmunidad ante ciertas enfermedades. De ahí, la importancia de que una vez que se llegue a la edad adulta continúen las dosis recordatorias y con la cartilla de vacunas actualizadas.

No sólo los profesionales del sector sanitario manifiestan la importancia de las vacunas, sino que la propia Organización Mundial de la Salud apoya esta teoría argumentando que las vacunas evitan entre dos y tres millones de muertes al año en enfermedades como difteria, tétanos, tosferina o sarampión.

La importancia de vacunarse en la edad adulta no es sólo por recordar algunas de la infancia, sino para prevenir otras enfermedades que se pueden contraer en esta etapa de la vida. Las vacunas «es una de las medidas preventivas más convenientes y seguras».

La población adulta que se vacuna, se protege a sí misma y a su entorno, ya que una persona vacunada no transmite enfermedades a otras personas con las que tiene contacto. Este principio científico es conocido como inmunidad comunitaria o inmunidad de grupo.




Las vacunas son una de las medidas sanitarias que mejores beneficios ha producido y sigue produciendo a la humanidad. Previenen enfermedades que, siglos atrás, causaban grandes epidemias, muertes y otras secuelas.

Son medicamentos eficaces y seguros. Todas las vacunas aprobadas se someten a rigurosas pruebas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos y se siguen evaluando periódicamente una vez, incluso, comercializadas.

Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna puede tener efectos adversos.

Esperamos que estos consejos de vida saludable te hayan resultado útiles. Para seguir leyendo artículos de interés visita nuestra revista de salud y bienestar.

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